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Bienvenidos a mi blog,soy Aitana de 2ºA,este blog va a tratar sobre relatos.

miércoles, 9 de marzo de 2011

El primer amor.

La vida es como una rueda, a veces estás bien o a veces mal, cada persona tiene momentos buenos extraños o simplemente de soledad. Pero la felicidad no es simplemente vestirte y caminar, es creer que cualquier día paseando conocerás a aquella persona y cuando estás enamorada es como si una cuerda te uniese, como si una gran energía te uniese a él. Simplemente el primer amor es imposible de olvidar, él te pronuncia cualquier palabra y empiezas a sudar, y se te acelera el corazón. Una noche sentada en la cama coges vuestra foto y la rompes, la rompes con rabia pero te preguntas ¿qué me está pasando? Quiero… ¿qué quiero? Te haces esas preguntas y pronuncias en alto ¿por qué? poniendo su foto en tu corazón. Puede que sea hora de pasar página, pero esa página está pegada, está agarrada bien a mi corazón. Piensas confianza es lo que necesito, volver a caer en la misma página, poder olvidarte, no.
El primer amor digamos que es como que queda en nuestro corazón, pero con toda el ansia coges esa página del libro de tu corazón y estiras para conseguir olvidar, renovar todo, volver a revivir. Y así cuando la rompes, todos aquellos sentimientos, momentos, no aparecen en tu mente, abres los ojos, ves aquella foto rota y cae una lágrima de tus pequeños ojos. Al día siguiente lo ves, te saluda pero no le contestas, es mejor que aquellos momentos y sentimientos queden guardados en esa caja, en los recuerdos más bonitos de tu vida, así termina la historia de nuestro primer amor, todo termina en una simple caja de cartón, perdón nuestra simple caja de cartón, pero lo que hay dentro no importa. Importan él, yo y nuestro cariño y amor.

Suele pasarnos.

Primero empiezas riéndole las malditas gracias y luego acabas perdidamente enamorada de él. Pasa sin que quieras, a lo mejor es que tiene que suceder, pero nunca te enamoras queriendo. Lo peor es que él nunca se va a fijar en ti, él siempre se fija en la guapa, rubia, de cuerpo perfecto. Y es que tu sabes que no tendrías que estar enamorada de él, y quieres olvidarlo, o al menos intentarlo, pero llega un momento en que crees haberlo hecho, desgraciadamente cuando escuchas su voz, él corazón te va acelerando, cuando te roza se te ponen los pelos de punta y te das cuenta que sigues totalmente enamorada de él y que nunca vas a poder olvidarlo. Es difícil si encima el te lo pone más aún, es complicado si en tu cabeza  solo está él, si cuando cierras los ojos ves su imagen sonriéndote. En realidad él me llena, su sonrisa me hace sentir especial, su mirada me ilumina, si se va sus ojos se llevan los colores, sin  su sonrisa el sol no brilla, el viento se convierte en tormenta y mi corazón deja de latir. Es bonito y a la vez algo horrible.
Cuando te enamoras ves el mundo a través de unas gafas rosas. Cuando mueres, es a ti a quien miran a través de ellas. En el amor y la muerte los defectos pasan por alto o se perdonan. Te transformas, convertido en un personaje de la película biográfica en la que los demás han decidido plasmar tu vida.

Palabras.

Las palabras no solo sirven para expresar las emociones, también ayudan a distanciar de estas. Puede ser una valiosa red de seguridad que te protege el corazón de una excesiva exposición, que parcelo los verdaderos sentimientos en sílabas forjadas concienzudamente y no es efusiva sinceridad. También pueden ser malinterpretados, infligiendo heridas al formular en la mente de otro una falsa impresión. A veces hay cosas que es mejor callarse.
Hay personas que viven con un miedo constante a que su corazón deje de latir en cualquier momento, sintiendo cada latido como un número más en la cuenta atrás. Otros apenas son conscientes de que un corazón late en su interior, y viven el día a día ajenos a la complejidad de su funcionamiento interno. Es posible que la inquietud de los primeros no afecta a nada el resultado final, pero es evidente que sí afecta su punto de vista. No sabemos que será mejor, preocuparse en exceso o no hacerlo en absoluto.

Ilusiones.

Salvo unos poetas y monjes iluminados, retirados en lo alto del monto, los demás tenemos nuestras ilusiones. Es más no es que las tengamos, es que las necesitamos. Alimentan nuestros sueños, nuestras esperanzas y nuestras vidas como una bebida energética con dosis de cafeína.

Siempre contigo.

Hay veces que te despiertas te das cuenta que no hay nadie a tu alrededor, estas sola, te levantas y ves todo tan negro, te encierras en tus ideas, en tus problemas, día si día no y así un día te tocan a la puerta, te asustas, el corazón te va acelerando de repente coges el picaporte de la puerta y notas una necesidad de abrir esa puerta, abrirla y poder conocerte, y conocer gente nueva. Pero te arde la mano y te apartas, tu corazón se para y al fin con todo el esfuerzo del mundo abres la puerta. Ves a toa la gente que quieres, pero al ver que no esta él se te borra la sonrisa de la cara, una lagrima cae de tu rostro, aprietas los puños al compás de los ojos y alguien, una voz calmada dice lo siento pero necesito ver tus ojos, que los abras y no ver todas esas lagrimas. Te toca la cara, te la acaricia y con todo el amor del mundo y la confianza abres los ojos, ves a aquella persona y piensas le quiero, quiero vivir cada momento de mi vida y quiero despertarme contigo cada mañana y poder sonreír, llorar y un montón de sentimientos pero siempre con él, siempre contigo.